sábado, 1 de agosto de 2009

Al otro lado

Caminar descalzo,
sentir un frío siberiano
que me quema el espíritu,
saltar por una línea delgada,
con el riesgo de caer
en un mar de debilidades.

Lograr llegar a la punta
es propio de los poseídos,
ahogados en el masoquismo,
drogados en su propio dolor.

Sentimientos de vértigo,
durante un vuelo sin alas,
el vacío siempre es eterno.

Paracaídas para los zombies,
que quien espera la muerte
no encontrará la felicidad,
tan solo una puerta
para seguir andando descalzo
en otros mundos.