"Felicidades, ya eres un ciudadano ecuatoriano"...

... eso me dijo un familiar, cuando voté por primera vez en el 2006. Yo solo atiné a cagarme de la risa con esa frasecita que me dijo.

- ¿Por quién votaste? -me pregunta-

- Nulo pues, si yo no creo en toda esa basura.

- No importa, lo importante es que ya votaste por primera vez.

- Ajá si si.

Luego me pregunté: ya que si yo no estaba dentro de la "clasificación" como "ciudadano", entonces, ¿que era yo? ¿Acaso no existía? ¿No era un ciudadano común y corriente, hasta que no haya ido a votar? ¿Era un fantasma?... bueno yo si quiero ser fantasma a veces XD.

Por mí aquella vez no me habría molestado en ir a votar, pero desgraciadamente en Ecuador, el voto es obligatorio. Según la pasada constitución, que decía que es mi "derecho" ir a votar, pero yo nunca pedí ese derecho de ser "ciudadano de la Patria", mucho menos que me impongan "derechos" que yo nunca pedí y sin que hayan venido a consultarme cuando yo ya tenga uso de la razón. Pero bueno, fui es a votar más por el puto papel ese de "certificado de votación" que tienen que darte. Sin el condenado papelito de mierda, yo no podría realizar "mis" (1) trámites que debería hacer ante todo el elefante burocrático y sería un paria.

¿Que pasaba si mandaba esas putas votaciones a la casita (2)? Pues a pagar 20 latas (3) al Tribunal Electoral, así de fácil. De paso que no tendría el certificado ese por las razones que ya dije. Y sería un "mal ciudadano" a ojos del demócrata zurdo o diestro.

Luego vendría la nueva constitución. Yo al menos esperaba que no exista la obligatoriedad de votar, y de paso, que eliminen de las instituciones estatales y privadas el hecho de que te exijan el certificado de votación. Pero no fue así.

Al principio, pensé que por suerte no tuve que ir a votar en las elecciones últimas para presidente que ganó el Todopoderoso Rafico, por el hecho de encontrarme en el extranjero. Pero ahora me pregunto yo, que si algún rato que vaya de nuevo a Ecuador y tenga que realizar algún trámite, me pedirán el certificado... me pregunto, porque ya me pasó eso una vez... esta vez podrá ser peor.

Le pregunté a un pana por el chat, que si había votado en las últimas elecciones:

- Oie loco y que tiro, ¿votaste?

- No broder, mejor me quedé en caleta y chupando bielas.

- ¡Bacaaaan! ¿Y no te dijeron nada?

- Si broder, ando cabreado porque me dijeron que ahora debo pagar una multa de 45 latas y que pierdo 5 meses de ciudadanía. Y que si no voy a las otras elecciones, la multa va a ser de 120 latas y 1 año sin ciudadanía.

- Veeesijueeeeee!

Como se ve, el Estado tiene cada vez un poder mayor de absorción de nuestras vidas, que si intento nadar contra la corriente, voy a salir mal parado.

En fin, yo no me considero ciudadano, ¿porqué? Según el diccionario de la Real Academia Española, ciudadano es: "el habitante de las ciudades antiguas o de Estados modernos como sujeto de derechos políticos y que interviene, ejercitándolos, en el gobierno del país". Y precisamente yo no quiero estar sujeto a nada, mucho menos intervenir-participar en un sistema que yoooo noooo creeeeoooo.

Yo estoy mucho mas cercano al término cosmopólita, que según la RAE quiere decir: "dicho de una persona: que considera todos los lugares del mundo como patria suya". Solo que yo tampoco creo en la Patria, en ese sentido nacionalista, por eso digo que soy apátrida... pero ese tema mejor será escribirlo en otro rato.

(1) Porque yo tampoco he pedido que me impongan a hacer trámites que no quiero.
(2) Casita de la verga.
(3) Latas = dólares