Somos el volcán que revienta,
la lava que sigue su cauce
matando a su paso por vocación,
para entregarse raudamente
hacia el mar y fusionarse.
Los cielos se humedecen,
rabia y deseo en las nubes,
expresión en los rayos:
"la belleza es aterradora",
lágrimas amenazan con desbordar.
Carga negativa en la tropósfera
para volver a encendernos y reventar,
carga parcial positiva,
para volverse a tomar de la mano
y provocar el fluir de la belleza
con sus cataclismos purificadores.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario