en medio del maremoto,
voy sembrando las dudas
para cosechar cuervos desde mis ojos,
quienes volarán y graznarán
que la verdad única nunca ha existido,
y que atarse a las ajenas,
son un baile de máscaras.
¿Qué me quedaría?
Encadenarme por siglos
con mi propia verdad mentirosa,
para alguna vez romperla,
llegado el momento en que se me oxide el alma,
para luego zambullirme dentro del Sol...
... y desvanecerme y llorar...
... y purificarme y reír...
... y renacer como un ave fénix,
de las llamaradas amarillas e ir mutando al punto azul del fuego,
durante cada renacimiento eterno...
... para al final de la experiencia,
retornar a la unidad del todo,
y finalmente volver a explotar en la danza cósmica.
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